“Conocí a SEPA en un taller de inmigración y allí aprendí sobre leyes que ni siquiera sabía que existían. Su misión me conmovió tanto que me convertí en voluntaria. Hoy soy parte de una red de mujeres que se sienten como familia. Sé cómo protegerme, cuidar de mis hijos y seguir adelante sin miedo.”

“Soy sobreviviente de violencia doméstica. El miedo me mantuvo en silencio durante años, hasta que encontré a SEPA Mujer. Ahora comparto mi historia para que ninguna otra mujer se sienta sola como yo me sentí. No más silencio, no más miedo.”

“Soy madre de tres y siempre he querido ayudar a quienes lo necesitan. Al principio pensé que SEPA solo apoyaba a sobrevivientes de abuso, pero pronto descubrí que su misión es mucho más amplia: empoderar a las mujeres latinas en todos los aspectos de la vida. Aprender sobre mis derechos cambió cómo veo el mundo y cómo me defiendo.”

“Llegué por primera vez a SEPA Mujer en 2012 mientras asistía a clases de inglés. Seguí regresando porque aquí aprendí sobre mis derechos y descubrí que nunca es tarde para aprender. SEPA es sabiduría y apoyo; solo puedo decir gracias.”